El Instinto Salvaje de Elvis

En el inicio de la carrera del Rey del Rock and Roll, las cosas no eran sencillas. La condición económica de sus padres era muy complicada, incluso eran considerados “basura blanca”, pues así llamaban los blancos a las personas que se veían obligados a convivir en una comunidad de personas de color. Su padre debía trabajar en otra ciudad durante toda la semana para poder mantenerlos, pero aún así no era suficiente como para pagar las cuentas de fin de mes. Incluso las familias vecinas los ayudaban con algunas sobras de sus alimentos para que los Presley pudieran comer.

Además, se dice que el joven Elvis era un muchacho tímido, que irónicamente soñaba con ser un famoso cantante de su pueblo en Tupelo, Menfis. Pero incluso en medio de la desgracia parecía que al fin la vida le había sonreído con una gran oportunidad cuando se enteró que el hermano de su mejor amigo, era el presentador y músico principal de uno de los programas de radio más escuchados de la ciudad. Esta parecía la “gran oportunidad”, esos momentos en la vida en los cuales es necesario apostar todo, pues si lograba una buena actuación, lo más probable sería que la fama por fin llegaría. Después de mucho insistir y observar el oficio del famoso locutor Mississippi Slim, llegó el esperado día. Ese mágico momento que es el anhelado puente entre lo que somos y lo que queremos ser. La radio W.E.L.O. de Tupelo abrió sus micrófonos y el ansiado espacio de Elvis llegó. Apostó a lo seguro y cantó su canción favorita “Old Shep”, pero como a veces ocurre, cuando más necesitaba de su talento, falló y lo hizo terriblemente mal.

Todo parecía perdido, así como nos sentimos cuando sabemos que “se nos fue el tren de la vida”. Sin embargo Elvis volvió a pedir otra oportunidad, y se la dieron, pero con la condición de que no volviese a cantar su canción favorita “Old Shep”, y aceptó. De a poco fue mejorando y cada vez sobresalía más y más. La fama lo abrazó, el éxito se tiró a sus pies. Años más tarde, siguiendo su instinto grabó su canción preferida “Old Shep”, con la cual vendió millones de copias. Ese día llamó al productor de la radio para recordar que ellos no querían que la cantara, y el hombre de la radio reconoció que se habían equivocado.

El Marketing personal es una herramienta para sobresalir entre la multitud y alcanzar tus sueños, pero para lograrlo debemos confiar en nuestro instinto. Así como Elvis confió en su canción “Old Shep” y en su capacidad de ser un famoso cantante. Cuando la razón no alcanza para seguir de pie, usa tu instinto.

Famel Vasquez

Licenciado en Comercialización